Estaremos aquí...

Quizás, te sigamos buscando la mirada traviesa y fruncida cuando estemos arriba de un escenario, entre luces y estrepito.

Quizás te sigamos buscando en esas tardes de platicas divertidas y chistes tontos. La verdad, no sabríamos por cuanto tiempo te sigamos buscando la mirada entre el espacio vacío que deja tu partida, o hasta cuando dejaremos de lanzar ecos de una voz muda que te reclama, y te llora.

Y es que solo nos dejaste en la orilla viéndote naufragar, aunque lanzáramos señales de humo, para zarpar contigo y acompañarte... Y ahora solo podemos ver el barquito de vela que eras, hundido ya en el fondo del mar. ¿Cómo haz podido naufragar por ver un oasis que no existía en aquella piel? El amor fraterno así como otras relaciones, implica elecciones y compromisos mutuos, implica conexión y responsabilidad. Pero también se trata de libertad... No pertenecemos a nada y nada nos pertenece, el control es ilusorio... Solo somos hilos que se cruzan y se descruzan con los hilos de otras personas ¿No? Solo somos almas que decidimos resistir, o soltar... y esta bien.

Vuelve a flote mi buen amigo... y descubre los horizontes que te hagan brillar, descubre nuevas playas donde la arena te caliente la sangre y te haga vivir y disfrutar. No se si se pueda volver a unir lo que se hizo pedazos... Pero así es esto... Siempre seremos fugaces y efímeros. Nosotros estaremos en la misma orilla, en el mismo puerto pensando en ti con cariño, entre risas, canciones y nuestra amistad sincera.