APAGA LAS VELAS...
- tintaenblanco5
- 16 ago 2024
- 2 Min. de lectura
"...Hoy la nostalgia me ha dado un boleto sin regreso a tu recuerdo... a tu portento. Odio las noches en las que sueño contigo, me falta el aire al volver a la realidad, como si estar despierta se sintiera pesado... como si vivir fuera ilusorio. El contorno borroso de tus líneas y el aroma de tu voz en mi mente, me hipnotizan y me azotan sobre aguas dulces y salvajes que me maltratan y me arrastran hasta las orillas de tu playa donde el sol y la brisa me llenan el alma, de tus sueños perdidos y tu magia deshecha... pero otra vez, miro el espacio vacío en la cama y ya no estas... Maldito seas, como vienes y te vas, a veces menos a veces mas; a veces apenas resollando mis orillas como oleaje tranquilo y a veces como vendaval. Pero ya no estas, solo dejaste de estar y ya... el tú que me miraba como si la belleza inhóspita del universo estuviera dentro mío, mientras yo te miraba con esa intensidad mía, con todo en tu lugar, como si Dios te hubiera formado con tanta pasión solo para que yo, devota, te adorara. Y me repito por milésima vez que ya no estas, pero miro tus ojos de nuevo en esa foto vieja y me pierdo en el reposo inmenso del sereno de tus ojos, hasta territorios profundos, donde me remonto al sonido de tu risa como brisa fresca en el verano, y recuerdo el color de tu alma y me niego a creer que ya no estas, no puedo, nada me convence de lo contrario... pero así es esto... simplemente no estas... ¿verdad?" Laura despego la pluma del papel, sintiendo su muñeca adolorida por la presión que ejerció al escribir. Con esta ya eran diez cartas que escribía en una sola semana, mismas que había quemado como le indico su psiquiatra... el mismo que le receto tres gotas de clonazepam diarias... Suspiro. Puso el papel sobre la vela frente a ella y el fulgor incendiario iluminó su cara... rogando que esta vez, el fuego se llevara su dolor. Un cosquilleo en la nuca, la tensó y la hizo sentir un miedo punzante que la hizo girarse angustiada. Pero ahí no había nada... otra vez. Últimamente aquello le pasaba muy seguido. Pero ella no creía en fantasmas, solo estaba deprimida por la muerte de su novio, y estaba empezando a somatizar la tristeza... si... eso debía ser. El papel se consumió hasta las cenizas... "Esto no sirve para nada" Pensó ella hastiada apagando la vela, esperando que así se apagara todo lo demás dentro de ella. Samoth la observo marcharse hasta la cama, ladeando ligeramente la cabeza. El no sabía quien era esta muchacha... ¿o si lo sabía?

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